¿Somos seres en transito?, eso pareciera y entonces…
¿Qué pasa con nuestra alma?
¿Se va cuando nuestro cuerpo termina su ciclo vital?
O… tal vez estamos mirando las cosas al revés…
Y porque no, permitirnos, la creencia de que la vida es una sola con varios puntos de inflexión llamados nacimiento y muerte los cuales simplemente usamos para renovar el vehículo, ese que ves cada mañana en el espejo… y que nos permite movilizarnos en este espacio físico.
Bajo esta óptica, nuestros cuerpos, son concebidos por y para que nuestra alma realice su propósito. Cuando la agenda del alma se termina, llega el momento de dejar el vehículo y se inicia el proceso que llamamos muerte. Este proceso es iniciado y coordinado por el alma independientemente de la forma que adopte y de como se vea.
El alma inicia el viaje de regreso al hogar, el plano espiritual donde no hay velo y por lo tanto todos nos percibimos como Uno.
Mientras… nuestro cuerpo, como cualquier vehículo inicia su proceso de reciclaje.
Durante el lapso entre nacimiento y muerte, vivimos infinidad de situaciones, algunas muy deliciosas, de repetir, como el disfrute de un helado, una buena conversación y algo mas…. Y otras en las que nos sentimos estrellados…. Tristes y muy aburridos con el resultado de la vivencia. Sin embargo, tanto el resultado que calificamos como bueno así como el resultado que calificamos como #$%&# altamente desagradable y que nos lleva a sentirnos muy aburridos están alineados con y para el logro del propósito del alma.
Las dos experiencias son necesarias para nuestra expansión y crecimiento.
Hoy te invito a que te regales un rato a solas con ti misma(o), meditando en silencio y en completa devoción para que simplemente agradezcas a tu Alma por este lapso de tiempo que estas disfrutando en este parque de diversión llamado Gaia.
Al hacerlo, te alineas con el propósito de tu Alma y por lo tanto promueves el aceptar lo que estas viviendo, acelerando el fluir soltando lo que no te aporta y te frena. Llevándote a disfrutar lo que vives desde un plano de mayor conciencia y alegría.
Nos vemos por el camino
Un abrazo Caminante
AG.