Hola Caminante espiritual… tiempo sin coincidir … una vez más el universo , nos invita a compartir el camino, entrelazando billones de caminos y realidades…
164 años atrás… en los lejanos 1857, el 8 de marzo miles de mujeres salieron a las calles para protestar por las miserables condiciones laborales, reivindicar un recorte del horario y el fin del trabajo infantil.
Ha sido un largo camino repleto de situaciones que poco a poco, como genero femenino, se han venido manejando y algunas superando. Sin embargo el tema va mas profundo que un horario mas justo o una remuneración equiparable con el genero masculino…
Realmente de lo que hablamos es de un CAMBIO DE CONCIENCIA… de como estas chicas de 1857 impactaron LA CONCIENCIA COLECTIVA de su época y cuya vibración se viene propagando como ondas en un estanque hasta convertirse en olas que al igual que las olas del mar están llegando a todas las playas del mundo con la fuerza de un tsunami.
Este cambio de conciencia ha venido equilibrando la balanza, hombres y mujeres de todo el mundo nos beneficiamos de ello… puesto que en 1857 fueron las mujeres las que tomaron el liderazgo del cambio… sabiendo que las condiciones eran similares para los hombres de la época excepto para aquellos hombres que provenían de familias reconocidas. Sin embargo, muchas de estas mujeres ya eran conscientes de que su lucha también era por los hombres ya que muchos de ellos, a su vez, eran sus hijos y esposos y de manera directa o indirecta también eran dolientes y silenciosos participantes.
El día de la mujer como se recuerda, es a su vez equivalente al día del trabajo… puesto que tocan los mismos puntos y vivencias que los originaron… solo cambiamos de fechas y de héroes.
Es importante reflexionar a cerca del legado que nos heredan estas mujeres, de todas las épocas; hay muchas que con su lucha silenciosa y a veces de hecho han venido dibujando y rediseñando los nuevos escenarios de intercambio entre hombres y mujeres y todo esto de cara a las oportunidades que nos ofrece el mundo moderno.
Actualmente vivimos tiempos extraños… La pandemia de miedo reinante nos a puesto de frente a nosotros mismos, nos ha llevado a reevaluarnos en todos los niveles comprendidos por la dimensiónalidad del ser humano. Nos ha invitado a viajar hacia nuestro interior buscando las respuestas que no encontramos fuera y que nadie puede entregarnos puesto que la verdad de cada cual es diferente y nunca igual a la del otro por cercano que sea. Nos ha llevado a aprender a disfrutar de nuestra soledad en soledad, en donde hemos sentido muchas emociones, muchas de ellas enfrentadas, y que solamente abrazandolas, “en soledad”, se diluyen mientras recibimos su mensaje y lo integramos.
La pandemia simplemente ha sido la manera que invento la Vida para que aprendiéramos a abrazarnos a nosotros mismos en nuestra intimidad, así también como tribu y raza sin importar las diferencias sociales, económicas y culturales; y desde esta nueva comprensión interna redescubrir lo que es ser un ser humano… puesto que nos habíamos perdido.
Hoy nos invito… a honrar la memoria de estas mujeres que hace 164 años se atrevieron a dar el primer paso. Reflexionando sobre el rol transformador de la mujer en el mundo moderno de cara a una época que esta llevandonos a replantear la manera de relacionarnos y de hacer lo que ya veníamos haciendo así como a proponer nuevas estructuras y novedosas maneras de hacerlo y esto ultimo, teniendo presente que muchas de las cosas que veníamos haciendo tendrán que desaparecer – soltar apegos- para dar paso a lo nuevo.
Nota: En 1911 el poeta James Oppenheim escribe el poema Bread and Roses. El poema fue publicado primero en The American Magazine en diciembre de 1911, con el texto «Pan para todos, y Rosas, también”
Nos vemos por el camino.
Un abrazo.
AG.
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