Buen día… caminantes, cada vez con más frecuencia se escucha la palabra vibración… los átomos vibran, cada cosa que vemos vibra en una frecuencia determinada, cada color es una vibración, nosotros vibramos, somos vibración. Cada una de nuestras emociones tienen una frecuencia característica de vibración… la frecuencia es baja cuando nos sentimos tristes y / o experimentamos miedo y la frecuencia es alta cuando sentimos alegría, euforia y amor. Como caso particular cuando estamos enamorados entramos en resonancia, esto es que la frecuencia a la que vibramos es muy similar por no decir la misma que la de la persona que nos atrae. Y esto simplemente ocurre porque SOMOS ATRAIDOS POR LO QUE SOMOS…y esto ocurre de manera inconsciente. No es necesario insinuarse o crear escenarios para despertar la atracción. Es un fenómeno energético y una de las leyes del universo. La función de esta persona, vibracionalmente hablando, es servirnos como espejo para mostrarnos lo que debemos solucionar de nuestra vida y viceversa. La función del entorno que percibimos es mostrarnos lo que debemos resolver en nuestra vida. Cada puesta en escena de la vida en que participamos, está diseñada para mostrarnos lo que debemos resolver en nuestra experiencia vital. Nuestra vida y todo lo que hay en ella se comporta como una caja de herramientas vivencial, y está a nuestra disposición, para estimular nuestro crecimiento individual y compartido. El punto es que no estamos entrenados para leerlo, comprenderlo y entender que esa información realmente es para nosotros. Lo vemos como si fuera tema de otra persona. Juzgamos, lo que percibimos, sin comprender que lo que juzgamos es nuestro reflejo en el espejo de la vida; “nos juzgamos a nosotros mismos”. A la final La vibración que hace posible este crecimiento individual, mutuo y colectivo desde la aceptación, comprensión y compasión se llama AMOR… definitivamente Jhon Lennon tenía toda la razón cuando decía ALL YOU NEED IS LOVE…
Nos vemos por el camino