Lo que sigue, es un breve relato de mi experiencia, alrededor de una ceremonia de Yagé orientado desde el pensamiento ancestral MUISCA.
En mi búsqueda de profundizar en mi espiritualidad y en cómo me envuelve la energía universal de la Vida que nos conecta y entrelaza unos con otros.
En una noche clara hace algún tiempo participe, por sexta vez, en una ceremonia ancestral, la primera fue en diciembre 2014. El resultado en mi opinión… EXPERIMENTE UN PROFUNDO ESTADO DE CONEXIÓN CONMIGO MISMO Y CON EL UNIVERSO, DIOS o como lo estés conceptualizando…
La puedo describir como una experiencia muy íntima, personal y alucinante. Y aunque ya son años practicando la meditación diaria y en especial el mindfulness; en cierto momento fui consciente de que sentía cada función de mi cuerpo, el aire llenando mis pulmones, los latidos de mi corazón, el ir y venir de la sangre por mis venas y arterias. Cada parte de mi me hablaba.
Por algunos momentos era una, sola, avalancha de sensaciones provenientes de cada órgano, musculo, etc. mientras la producción de pensamientos de mi cerebro dejo de ser importante, simplemente se ralentizó, permitiéndome escuchar lo que mi cuerpo quería contarme. Por primera vez, comencé a, realmente, a identificar y conocer lo sutil del lenguaje en que el cuerpo (el mío) se comunica. Sensaciones y emociones magnificadas y potencializadas. Literalmente mi cuerpo me gritaba… AG por fin me escuchas… claro y fuerte. Wow.
En nuestro día a día, el movimiento de los engranajes de nuestro cerebro no nos deja escuchar a cada una de las partes de nuestro cuerpo. En cierto momento, después de normalizar mi respiración aprovechando mi practica regular de la meditación, abro mis ojos y comienzo a mover mi foco de atención hacia a mi entorno, los árboles que me rodeaban los veía como geometría. Las hojas eran el resultado de la superposición de fractales. En la medida que movía mi atención a algún punto de una hoja de un arbol esta se expandía en más figuras replicando la hoja una y otra vez. Con la silueta de los arboles ocurría lo mismo. Al poco tiempo me di cuenta que todo lo que observaba se comportaba de manera similar. La geometría estaba implícita en los árboles, plantas, animales, las personas a mi alrededor, etc. Hoy recordando las imágenes, en esta parte de la experiencia, me recuerda a las figuras de MANDELBROT2 y los conceptos de la GEOMETRÍA SAGRADA.
En otro momento fui consciente que podía observar mi cuerpo recostado sobre mi colchoneta. ¿Como?… Así es… me observaba a mí mismo, así como descubrí que podía alejarme de manera consciente de mi cuerpo. Por un rato experimente ansiedad, sin embargo, la energía tranquilizadora de la presencia y compañía del guía espiritual, el Mayor1 Eric, siempre pendiente y unido me tranquilizaron.
En otro instante, cuando miro al cielo tachonado de estrellas, observo carruseles de colores, y sentía como si estuviera en una montaña rusa que atravesaba el cosmos. Planetas, sistemas solares y galaxias pasaban por el portal de conciencia que se había abierto para mí; que regalo. Podía ver la energía danzar… parecían ondas en un océano infinito. La geometría sagrada se hacía más evidente y explotaba ante mi consciencia en millones de formas, colores y espacios. Sin querer ni saber cómo controlar el rumbo de la experiencia simplemente me deje llevar. Fluir nos enseñan todos los maestros espirituales de nuestro mundo. No resistirnos a lo que experimentamos porque eso es justo lo que debemos experimentar en ese instante para nuestro mayor beneficio.
En otro momento de este viaje y durante algunos instantes comencé a ser consciente de una clara sensación de estar fundido con todo. El universo y mi conciencia éramos una sola cosa, una sola presencia y mi propio ser interior danzando de gozo y gratitud.
Hoy pienso que ese instante es justo lo que todos los maestros ancestrales a lo largo de la historia y los maestros modernos nos vienen invitando a experimentar. Paz, tranquilidad, el pulso de la Vida, sentirse uno con todo, la atemporalidad del instante y una sensación de amor que lo llena todo… no existe mayor regalo que este.
Alguien dijo alguna vez que el amor es una energía que atraviesa el tiempo y el espacio entrelazándonos y unificándonos a todos. Después de vivirlo comparto esta idea.
En lo personal creo que no existen palabras para describir la experiencia…no es posible contar lo que se siente. La única manera es vivirla.
Esta ha sido la primera vez en mi vida que me sentí realmente pleno de vida. La expresión podría ser RENACER a la vida, EMERGER a la Vida o en una frase muy de moda DESPERTAR a la vida. Prefiero jugar con las tres palabras para expresar que durante algunos instantes RENACI, EMERGÍ Y DESPERTE… A MI VIDA.
Me tomo seis sesiones vivir esta experiencia. Es probable que algunas personas en su primera vez lo experimenten muy a su manera. Pienso, que las sesiones previas simplemente me fueron preparando para apreciar ese instante y para que no quede como una experiencia psicodélica.
Es fundamental el acompañamiento de un guía espiritual experimentado que cuente con el permiso de la comunidad que lo formó y de la madre tierra para ello. Esto suena loquísimo, sin embargo, cuando se logra un instante de unidad con todo… descubrimos, entre otras cosas, que nuestro cuerpo completamente vino de ella; que la madre tierra, desde que nacemos, nos alimenta y sostiene y que cada vez que comemos algo…. esto fue producido por ella, con amor, para nosotros y todos los seres con que cohabitamos nuestro hermoso planeta. GRACIAS INFINITAS MADRE TIERRA.
Eric, hermano druida, maestro MUISCA, CAMINANTE ESPIRITUAL y amigo. Gracias por tu guía, acompañamiento y apoyo.
No vemos por el camino…
AG
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(1): Mayor: Para la cultura Muisca y algunas tradiciones ancestrales, la palabra Mayor debe interpretarse como una distinción de respeto que se le asigna a una persona en reconocimiento de su estilo de vida y conocimientos que comparte.