La práctica de la meditación agrego otra manera a mi ejercicio profesional en ambientes hospitalarios y en la UCI. Con algo más de 25 años de experiencia profesional en clínicas y hospitales, solamente hasta que alguien cercano transitó por la UCI; pude observar cómo, esa persona, con la práctica de la meditación mantenía una actitud positiva y alegre; que se contagió al equipo que lo atendía y a los seres de su vida. Aunque luchaba con la ansiedad y las dudas servidas por las probabilidades, logré una mente más serena y una renovada capacidad de inspirar esperanza para otros pacientes.